domingo, 10 de julio de 2011

Siempre hay una primera vez

La vida nos es sino eslabones de primeras veces de todo algunas veces enlazadas con repeticiones y en otras primeras veces únicas.  Naces por primera y única vez, aunque hay gente que “clínicamente ha muerto” y en teoría vuelven a nacer.  Pero los mortales comunes nacemos una sola vez y no lo repetimos.  Esas primeras veces únicas las marcamos de alguna manera, pero usualmente las llevamos de por vida en nuestras mentes.  La más común es nuestra fecha de nacimiento, de nuestro primer y único nacimiento y lo hicimos un momento tan especial que celebramos cada año la fecha…al menos lo intentamos. 

Pero hay primeras veces que a pesar de ser únicas por ser las primeras, las seguiremos repitiendo a lo largo de la vida en más o menos frecuencia.  La primera vez que respiramos, que miramos, comimos,…la primera vez que acampamos, que nadamos, que hicimos un asado parrillero, que navegamos, que volamos, que viajamos, que nos dimos un trago, que fumamos lo que había… la primera vez que nos enchulamos, que nos enamoramos (que no necesariamente fue con la misma que nos enchulamos), que dimos un beso, que hicimos el amor, que prometimos la luna, que escribimos un poema, que regalamos una flor, que nos hicimos padres…

Cada una de las primeras veces importantes en nuestras vidas las llevamos anotadas en la mente porque anotarlas en un papel significa que alguien se entere de esas cosas que solo nos pertenecen a nosotros.  Y eso que son las primeras veces de las cosas buenas de la vida porque ni hablar de las primeras veces de las cosas que sí queremos olvidar y tampoco podemos borrarlas…la primera vez que nos dijeron NO,…no a ser mi novia, no a bailar contigo, no a ir al cine, no a lo que sea.  ¿Por qué los NO nos pegan a veces tanto? (Buen tema para otra entrada).  Pero volviendo a las primeras veces que quisiéramos borrar…la primera vez que nos orinamos encima, que nos vomitamos, que nos emborrachamos, que perdimos el control, que nos mandaron al carajo…mejor ni mencionarlas para que sigamos siendo menos imperfectos ante los ojos de los demás. 

Nunca me he considerado un amante de tener lo último de la avenida, o la tecnología más brutal tan pronto sale al mercado, porque al fin o al cabo siempre habrá una primera vez para todo y que mejor que otros pasen los malos ratos con la tecnología primero.  A pesar de eso, claro que tuve mi primer equipo de música, mi primer y hasta ahora único ipod, televisor digital, mi primera laptop propia (no de la compañía) y hasta con Blue Ray (aunque todavía no compro un DVD Blue Ray), mi primer celular Smartphone (no es un iPhone, pero sí un Samsung que brega). Al igual que ocurre con las primeras veces personales hay otras primeras veces tecnológicas que no las destacamos tanto porque no contribuyen a que nos vean como mejores personas.  Por ejemplo mi primer y único exprimidor de china automático (que no uso), mi primer y único extractor automático de frutas (que tampoco uso) y el que sí uso, mi primer y único triturador de papeles. 

Las primeras veces de asuntos personales no importa de cuál lado estén (de las inolvidables positivas o negativas) nos marcarán para siempre.  Por eso en cada comienzo voy marcando cada primera vez…la primera vez que nos texteamos, la primera vez que cenamos, la primera vez que nos amanecimos…porque aunque no seamos los primeros para otras cosas, cada nueva amistad, cada nuevo amor trae más primeras veces de nosotros con esa nueva persona.

De igual modo, cada primera vez de algo que siempre quisimos hacer por medio tecnológico también nos marca para siempre.  La primera grabación y el primer trabajo con equipo electrónico, la primera presentación con la computadora...

Hoy es otra primera vez, es la primera vez que tengo un Blog.  Un Blog para escribir todo lo que quiera sin la limitación de un Facebook, ni de un editor, ni de nada. 

Hoy es una de las pocas primeras veces que tengo algo tecnológico primero que muchos de mis amigos incluyendo a mi hijo.  Un Blog en la internet.  Y se siente bien.

A dos meses de haber cumplido cinco décadas de vida por primera vez, tengo este Blog, lo que demuestra que nunca es tarde si la dicha es buena.  Y así lo lea solo una persona, decenas o ninguna, no importa, porque ese fan mío que vive dentro de mí se lo va a gozar cada vez que lo lea y eso me hará más feliz.  Queda demostrado que…

…Siempre hay una primera vez y por eso Estamos Bien…Edu